Los pianos se desafinan ligeramente con el
uso y aceleradamente como consecuencia
de los cambios de temperatura, que provocan
contracción y expansión de sus componentes.
Por estas razones, recomendamos una o dos
afinaciones al año si los cambios atmosféricos
no son ni muy bruscos ni extremosos, y si el
piano es tocado regularmente pero sin exceso;
sin embargo si se nota desafinado, es el
momento de afinarlo. Normalmente los
pianistas desean que los pianos de concierto
se afinen antes de cada concierto.
Por lo tanto, la única respuesta verdadera es:
tan seguido como el pianista lo considere
necesario.